lunes, 21 de enero de 2008

Museo Cristóbal Balenciaga, de telenovela

Si hay por ahí algún guionista falto de ideas, en la localidad guipuzcoana de Getaria encontrará una historia con glamour, posible malversación de fondos públicos y supuesto tráfico de influencias. Los protagonistas son los gestores de la memoria del único modisto que tenemos en el Olimpo de la moda, el Ayuntamiento, la Diputación de Gipuzkoa, el Ministerio de Cultura, el que fuera alcalde durante 12 años y un cubano residente en Miami, con título de arquitecto no homologado y que dicen fue su amante.

Este vodevil, que empezó hace unos años, vuelve a ser actualidad una vez el Ministerio de Cultura ha decidido bloquear la partida presupuestaria prevista para 2007 de 1,4 millones de euros hasta que la situación no se aclare. La trama da para varios capítulos y el fin no se vislumbra a pesar de que los perjudicados insistan en que no hay museo si no hay pasta. La Fundación Balenciaga, que esperaba este dinero como agua de mayo porque arrastra un déficit de 1,5 millones de euros, explicó durante las pasadas Navidades en la prensa local que si el dinero no llega antes de fin de mes, se declaran en quiebra técnica y paralizan el proyecto del Museo Cristóbal Balenciaga. Esta entidad, que se fundó en el 2000 y que preside el modisto francés Humbert de Givenchy (en su día discípulo del español), es la encargada de la gestión de su memoria y de lo que hay del museo.

La idea de construir un Museo Cristóbal Balenciaga en la que fuera su localidad natal fue del entonces alcalde Mariano Camino (PNV), en el cargo durante una docena de años y gobernando con la comodidad de una mayoría absoluta. Quizás pecó del exceso de confianza que da mandar en solitario. Ni siquiera el fichaje del cubano Julián Arguilagos, como arquitecto y director de obra, despertó recelo ni desconfianza alguna. Hasta que el grupo Aralar entró en el consistorio en 2003, se emperró en sacar agua clara del asunto y pidió las cuentas.

Por aquel entonces, Camino ya no estaba en la alcaldía, que justo había abandonado para dedicarse de lleno en el proyecto del museo ocupando la vicepresidencia de la Fundación Balenciaga. En 2005, la oposición seguía denunciando la falta de control sobre los fondos públicos que se destinaban a la Fundación para construir el museo y, para apaciguar la crispación, se decide crear una empresa pública encargada de supervisar las obras, de nombre Berroeta Aldamar y constituida por el Ayuntamiento de Getaria, la Diputación de Gipuzkoa y el gobierno vasco. Para no dejar ningún cabo suelto, se nombra gestor al mismo ex alcalde y vicepresidente de la Fundación, Mariano Camino.

En marzo de 2007, justo antes de las elecciones municipales, Aralar vuelve a la carga y denuncia nuevas irregularidades al observar que el coste de la obra, financiada en su totalidad con dinero público, se dispara. Al primer embiste, se califican las denuncias de tendenciosas y electoralistas; al segundo, que viene con pruebas, dimite Camino de los cargos de gestor de Berroeta Aldamar y de vicepresidente de la Fundación. Una pena para el PNV, que guardaba la ilusión de presentarlo de nuevo como candidato a la alcaldía.

Se nombran sus sucesores. Al frente de la empresa pública Berroeta Aldamar se pone al entonces director general de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, Imanol Agote; y en la vicepresidencia de la Fundación, a Sónsoles Díez de Rivera e Icaza, hija de la marquesa de Llanzol, considerada una de las musas de Balenciaga. Sónsoles tuvo el honor de que el maestro le diseñase vestidos desde el momento en que pudo tomarle las medidas. Se encargó de su traje de primera comunión, de su vestido de novia y de muchos otros más, algunos de los cuales ha tenido el detalle de donar al futuro museo.

Pero la historia no termina aquí. En noviembre, la Fundación Balenciaga y la empresa Berroeta Aldamar denuncian ante la Fiscalía a Mariano Camino por tener sospechas de presuntas irregularidades en la gestión de las obras del museo. Le acusan de administración desleal y falsedad de documentos, entre muchas otras conductas irregulares. Un gesto de buena voluntad que llega tarde. Se huele a la milla una operación de maquillaje días antes de que el Ministerio de Cultura tuviese que desembolsar los 1,4 millones de euros.

¿Qué esperaban de César Antonio Molina? Recordemos que lo primero que hizo al tomar el cargo de ministro de Cultura fue destituir a la escritora Rosa Regás como responsable de la Biblioteca Nacional y responsable también de la pérdida de unos mapamundis de cuando descubrimos América y vete a saber qué más. Lo más curioso del caso es que el gran proyecto de Regás era digitalizar el inventario... Pero a lo que nos ocupa. No coló la documentación que Cultura pidió a la Fundación para cubrirse las espaldas y el día que todo esto explote no le manche, y en Getaria estuvieron durante unos días sorprendidos y molestos y declararon sentir “desazón y extrañeza” por la decisión. Recordemos que el Ministerio, que para más inri es patrono fundador de la Fundación, lleva ya invertidos en este proyecto 4,2 millones de euros.

Ahora hay un baile de cifras que ni el contable más avispado saca nada en limpio. Por el momento, la fundación espera cobrar 168.000 euros de la Diputación de Gipuzkoa, que serían el segundo pago de una partida de 320.000 euros destinada al gasto corriente de la entidad. Por otro lado, parece ser, que si bien el Ministerio de Cultura ha paralizado la partida destinada la Fundación, sí ha entregado tres millones de euros a la sociedad pública Berroeta Aldamar para continuar con la construcción, por el momento suspendida a la espera de un concurso público que designe un nuevo arquitecto. El cubano resta a la expectativa que la denuncia presentada contra a Camino no le acabe salpicando.

¡Vaya cimientos para el museo en honor a Cristóbal Balenciaga! El que tenía que ser un proyecto capaz de despertar el interés por uno de nuestros grandes modistos, para promocionar su trabajo y recordarle y honrarle, se construye sobre una truculenta historia de intereses y malversación de fondos públicos. La salida no es mirar hacia otro lado y continuar, como pide la Fundación, sino exigir responsabilidades y las cuentas claras de una vez por todas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

menudo morro que han tenido estos dos getas , que eran pareja de siempre ya que mariano le pagaba al cubano los alquileres de su casa como si fuesen oficinas y los dos montaron un hotel en biarritz que vendieron muy rapido porque el cubano se iva para miami , y donde esta lo que cobraban por las exposiciones porque de eso nadie dice nada y era una millonada porque compraban los maniquis y los cristales , plateas etc , donde esta todo eso ,si esta en el museo , que lo dudo estoy seguro que se han cobrado dos veces porque el cubano era especialista en pagar poco y el cbrar la hostia asi que devuelvan la pasta y todo lo que no es suyo

Anónimo dijo...

pues tambien es amigo del mariano el igor zubizarreta porque bien que fue amonaco a papo rey porque el mariano le molo

Anónimo dijo...

ssisi ese llego despues y es el colega del mariano por eso el cubano se fue celoisimo a cuba