martes, 9 de septiembre de 2008

080, desangelado

Esta vez, eligieron mal el sitio. La 080 Barcelona Fashion, pasarela + showroom comercial, se celebró la semana pasada en el pabellón 8 de Fira de Barcelona, el mismo que utiliza la Bread & Butter para la estrella del salón: Denim. Claro, acostumbrados a entrar en él arrastrados por una marabunta humana y, una vez dentro, vernos rodeados de stands enormes y repletos de gente, pasillos a rebosar, música ensordecedora, todo-guai-todo-cool, con la Moritz en la mano... y hacerlo ahora, oh! tan vacío. Parecía como si en julio una explosión hubiese devastado el Bread & Butter y hubiese dejado en pie, tímidos y tambaleantes, cuatro stands dispuestos unos por allí, otros por allá, y por ahí al fondo, ups! una pasarela.

Ay ay ay, esta vez que aciertan con las fechas, resbalan con el lugar. Lo que me sorprende es que si la organización es consciente del tamaño del acontecimiento, de su proyección y sus aspiraciones, ¿por qué eligen un mega pabellón del recinto ferial? Se veía tan desangelado. Ésta es una pasarela de jóvenes diseñadores que interesa a prensa, inversores y compradores en busca de ideas nuevas, arriesgadas y vanguardistas. En el universo de la moda de España, este colectivo si llega a representar un 5% del total ya nos podemos dar con un canto en los dientes. Por tanto, quizás lo mejor sería encajarlo en un espacio a su medida para evitar que este 5% no se pierda por los rincones.

Durante el 080 me preguntaron si este 5% bien valía los 1,2 millones de dinero público que el gobierno catalán se gasta en cada edición. Pues sí... y no. No, porque sigo pensando que la cifra es desorbitada para lo que en realidad es. Cierto que la organización fue impecable, que el servicio de prensa fue excelente, que la atención fue buena, el material entregado, sensacional... pero no por ello deja de ser algo pequeño. No se le puede dar la magnitud económica de un Cibeles o una desaparecida Gaudí.

De todos modos, creo que sí bien vale la pena porque este 5% es importantísimo. Son los que deciden what´s next: son las revistas más cool, los coolhunter más cool y las tiendas más cool de las ciudades más cool. Todos ellos tendrían que estar ahí (otra cosa es que estén, clarostá).

En el caso de que estén: Si éstos elevan a la categoría de coolest a uno de los diseñadores de la 080, no sólo impulsan su carrera y ponen en marcha a toda una mini industria a su alrededor, sino que dan fe de la pasarela, la consolidan como plataforma de talento y generan con ello una onda expansiva entre los ambientillos más cool del resto del planeta. Y así, de cool a cool, tiro porque me toca y Barcelona se convierte en lo más del mundo mundial.

¿Y por qué la Generalitat nos quiere tan cool? Porque en un momento en el que son las ideas y no la industria lo que genera riqueza, se precisa urgentemente de éstas. Urge talento para hacer mover la rueda de la economía. Ideas que seduzcan, que otorguen valor a un producto o servicio, por las que el consumidor se emocione y esté dispuesto a pagar un poquito más. Si consiguen convertir Barcelona en un hervidero de ideas, podría ser gran foco de atracción de inversión.

De todos modos, y visto lo visto, al 080 le queda muuuuuuucho camino todavía por recorrer.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Este invierno me quedo con...


. El romanticismo de McQueen
. El deshilachado de Rodarte
. El Custo más vibrante
. La crinolina de Rei Kawakubo
. Los vestido-coraza de Nicolas de Guesquière para Balenciaga
. La delicadeza melancólica de Donna Karan
. La teatralidad oscura y poética de Gareth Pugh
. El mini bolso de bolas de Fendi
. Y el maxi bolso con solapa de madera art decó de Ports 1961
. La silueta de Haider Ackerman
. Las iridiscencias de Prada (mucho mejor que los encajes)
. La blusa construida con piezas metálicas de Cristina Ortiz para Salvatore Ferragamo
. Fiel al menos es más de Calvin Klein
. La caza del zorro, por Carolina Herrera
. El chic très-chic de Ralph Lauren

Y otros diez más:


. Las grapas incorformistas de Viktor&Rolf
. La candidez hippie de Stella McCartney
. Tan excéntrica, tan chic! Es Marc Jacobs para Louis Vuitton
. Alber Elbaz para Lanvin, se supera temporada tras temporada
. El Kenzo más oriental
. La majestuosa sencillez de Lutz
. El male-female de Antonio Marras
. El homenaje de Galliano a Poiret
. Jeremy Scott: si la moda es arte, lo mejor que podría uno hacer es ponerle un marco
. Y la excelencia en paño y piel de Gaultier

Valencia power


En Valencia están que se salen. ¡Qué lejos queda aquella Pasarela del Carmen! Desde que Álex Vidal tomó las riendas del espectáculo y quedó fuera Montesinos, si bien es cierto que la pasarela ha perdido simpatía, también lo es que ha ganado seriedad. Desde la Generalitat Valenciana se pedía rigor (caray! que aquello parecía un encuentro de golfillos... Pero tenía tanto encanto).

Ahora es más serio, sí, pero también cuesta el triple. Se ve que éste es el precio de la seriedad. Y la cifra debe de ser alta, porque ahora viene a inaugurar el mismísimo presidente del gobierno valenciano, Francisco Camps, y la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá. La pasarela de Valencia perdió a Francis, que era lo mejor que por ella desfilaba, y ahora la estrella es Álex Vidal que, como empresario, chapó, pero como diseñador, pues bien... ejem ejem, entre Cavalli y Versace, fiel al horror vacui valenciano.

El gran mérito de Vidal es que, gracias a sus tiendas, muchas marcas de lujo están hoy en Valencia y con ello tiene encantadas a las señoras de la high society local, que ya no tienen que desplazarse a Madrid o a Marbella para ir de compras. Además, tiene el detalle de invitarlas a sus desfiles y sentarlas en primera fila y, claro, ellas tocan allí el cielo del glamour, y eso, amigos míos, no tiene precio.

El objetivo de esta pasarela, que ya va por la quinta edición, es ser la versión levantina de Cibeles. Además de contar con la mayoría de diseñadores de la desaparecida Carmen, ha incorporado jóvenes creadores que despuntaban sin encontrar su lugar y a dos que salieron por la puerta de atrás de Cibeles: Ion Fiz y Anke Schlöder. Sus estrellas de cartel son Álex Vidal (e hijo), Hannibal Laguna y Dolores Cortés.

El resultado es una pasarela irregular, en la que las cuatro ideas interesantes que hay pasan casi desapercibidas porque el público, los aplausos y la prensa se lo llevan este trío de artistas: un empresario con excelentes contactos; un diseñador de boda y fiesta, y otra de bañadores, ambos habituales de Cibeles que, si bien allí, tienen una actuación más bien discreta, en casa son los reyes de la revista.

Oh! Olvidaba la noticia de esta edición: ¡el retorno de Esther Cañadas! La decisión de volver es valiente, porque ella sabe que, en esto de ser modelo, los años restan a la que los sumas. Pero quien tuvo retuvo y, allí, entre las jovenzuelas valencianas de piernecilla temblorosa, pasaba ella a paso firme y seguro, mirada al frente en busca del objetivo, y poniendo sobre la mesa todas las cartas de una buena modelo. No en vano ha sido uno de los figurines españoles más internacionales.

viernes, 29 de agosto de 2008

Toros, flamenco y olé!

Abandonamos la redacción a finales de julio con dos noticias de ay-por-dios!, pero que pasaron bastante inadvertidas y que son ejemplo de que éste es un país de mantilla y pandereta. La primera de ellas es la del traje que va hacer Armani para el torero Cayetano Rivera Ordoñez. Si tal gesta se le hubiera ocurrido a un diseñador español se le hubiera puesto de vuelta y media por caspa, poco moderno y menos transgresor, pero claro, como es Armani... Veremos qué se le ocurre al italiano.

La otra noticia fue la apertura de la primera tienda de complementos de moda y otros cachivaches de nuestra Lolita Flores. Cierto que está en el parque-temático-mega-outlet de Las Rozas, pero ahí está ella con sus lunares y sus flamencas.

Hay que ver lo que son las cosas. Análisis de la situación: el prêt-à-porter está que no está, las marcas de moda española no acaban de levantar cabeza (a excepción de cuatro) y los diseñadores no llegan a las tiendas... pero si hay dos segmentos dentro de la moda de este país que van viento en popa son la moda flamenca y las novias. No es de extrañar que Armani, que se mete en el negociete más inverosímil (con sorprendente éxito, eso sí), le de por los toros; y que exista un inversor interesado en esto de la moda que, en vez de apostar por algún diseñador (ya sea consolidado, emergente o independiente), lo haga por Lolita.

Vuelta al cole

En agosto, mientras leía novelas de espías debajo de un pino, han pasado otras muchas cosas en este mundillo del trapo que conviene relatar para no perder el hilo. Las ordeno según las considero de mayor a menor importancia.

1. Inditex ya es el principal grupo de distribución de moda del mundo tras superar a Gap en volumen de negocio. En el primer trimestre del año, el primero facturó 2.220 millones de euros y el segundo, 2.170. El tercero es H&M, con 2.100 millones. Lo más curioso es que el grupo español, a pesar de ser el number one, no acaba de levantar cabeza en la bolsa, donde los inversores siguen castigándole por haber incrementando sus ingresos sólo un 9%. Vayapordios!

2. Las tiendas no venden una camiseta. Primero fue un invierno que se alargó hasta mayo, después la caída en picado del consumo. En rebajas se ha vendido mucho, pero muy barato, lo que por un lado quita stocks, pero debilita los márgenes. Para los que vamos a comprar, ésto es genial, pero para tiendas y marcas, es llover sobre mojado.

3. El 080 Barcelona Fashion sufre un revés de última hora: Estrella Archs se cae del programa. Ni desfile ni conferencia. Pues vaya... Bueno, todavía nos queda Lutz y la exposición de Míriam Ocáriz.

4. Mango confía otra colección a Pe y Mónica Cruz ¡y ya van tres! Uffff... ¿Quién lo compra? Empieza a ser cansino.

5. La fashion week de Nueva York depara sorpresas: súper fiesta de 40 aniversario de Calvin Klein y primera colección de prêt-à-porter de Victoria Beckam tras el éxito de sus jeans (sí sí, arrugamos la nariz y fruncimos el ceño, pero bien que vende por las tiendas posh de Barcelona-Madrid-Puerto Banús sus tejanos a 500 euros).

6. Tienda pop up de Nike (de quita-y-pon) en Barcelona. Para lanzar su nueva colección sportswear, se le ha ocurrido abrir ocho tiendas en ocho ciudades europeas sólo del 1 de agosto al 31 de octubre. La de Barcelona, la única en España, se llama 1992 (en recuerdo a sus JJ.OO.) y está en la calle del Call, en el barrio gótico.

7. Ah! Y Valentino! Que se descolgó ayer por la Mostra de Venezia, en la première del documental sobre su vida y obra que ha realizado el periodista Matt Tyrnauer. El film se llama Valentino: The Last Emperor y el título no podía ser más acertado. Con su melenita híper enlacada y su tostado-tostadísimo permanente, saludaba ayer en lo alto de alfombra roja, ante los leones alados dorados, con la mano alzada, como perdonándonos a todas la vida por vestir tejanos y zapatillas.

miércoles, 23 de julio de 2008

Copy & Paste


Hace unos años, el FAD (Fomento de las Artes Decorativas) montó en Barcelona una exposición que reflexionaba sobre la cuestión de los parecidos razonables. Se llamaba Cocos y trataba de sacar algo en claro de todo el embrollo lingüístico-conceptual alrededor de piratería-copia-inspiración-casualidad con ejemplos muy ilustrativos tomados de diferentes ámbitos, desde la moda a la decoración, la ilustración, la publicidad, etc. No entraba en cuestiones morales, ni demonizaba ni ensalzaba, simplemente mostraba cómo todos vivimos en el mismo mundo y consumimos similares sensaciones, imágenes, frases sueltas... que acabamos haciendo nuestras, digerimos y volvemos a soltar. Vendría a ser la transformación de la materia, pero en este caso, la gris.

En fin, todo esto viene por el rifirrafe de estos días entre Custo Barcelona y Desigual. Estaba Custodio Dalmau en Miami haciendo desfilar su colección de bañadores y se descuelga amenazando con denunciar a Desigual, al que acusa de copia reiterada, no sólo de sus productos (entendemos prendas) sino también de la marca en sí. Hay que tener valor, paciencia y recursos para emprender tal empresa, aunque venga recomendada por el bufete de abogados Cuatrecasas, la-creme-de-la-creme de Barcelona, y esté repleto de optimismo tras una reciente victoria contra la piratería en China.

Como estas acusaciones no se sueltan así como así ni de hoy para mañana, entendemos que Custo tiene material suficiente para emprenderla contra Desigual y hace pensar en que el chico de Lleida debió de ir dando toques a la cadena de No es lo mismo hasta hartarse. Del modo como acostumbra a presentarse Custo, ex-campeón de gimnasia aficionado al kitesurf, calzado siempre con jeans desgastados y camisa puesta así de cualquier manera, que aparece al final del desfile alzando la mano como diciendo “Ei, quedamos ahora para unas cañas!”, pues no lo veo como un tiburón de los negocios, a pesar de que esto del business es el business.

Pero por otra parte, también me parece raro que Desigual copie a Custo. La marca del buen rollito, la que llama a la gente a acudir desnuda a su tienda en el Paseo de Gracia de Barcelona para vestirla gratis de arriba abajo, pues tampoco me da la impresión que precise de los diseños de Custo. Además, Desigual cuenta con José Castro como director creativo, el mismo José Castro que desfila en París y que acaba de ser nombrado miembro de la Federación Francesa de la Costura, donde están los the-very-best. Tampoco es que vayan faltos de ideas, talento y creatividad. ¿Necesita Desigual copiar a Custo?

¿Y qué es lo que se entiende por copia? Acusar a alguien de esto es meterse en un jardín. En China, Custo lo tuvo más fácil. Primero, porque ahora los chinos han dado un giro de 180º a su estrategia económica, quieren dejar de ser la fábrica low cost del mundo y sobre todo dejar de ser el paraíso de las copias y las falsificaciones. Así que el gobierno se ha puesto duro con estas prácticas ilegales. Y segundo, porque los chinos que lo pirateaban tenían el detalle, no sólo de calcar los modelos y las ilustraciones, sino también de acompañarlos con el nombre de la marca. Más claro el agua.

A ver qué sucede con Desigual, porque es dificilísimo demostrar la copia. La frontera entre inspiración y copia es tan difusa... Ambas son marcas dadas al colorín y a los estampados hipnotizantes, de si-no-me-ves-es-que-estás-ciego, tomados del movimiento op art. Últimamente, como la tendencia dicta gamas de grises y tonos oscuros y permite sólo algún color vibrante en monocromía, pues ambas han bajado la intensidad en sus diseños... Custo incluso se ha sofisticado, con construcciones más complejas, en base a texturas y efectos de superficie, lo que dificulta muchísimo la copia.

En fin, ambas viven en el mismo mundo, trabajan con las mismas tendencias y tienen un mensaje de vive-la-vida muy similar. Uf! Es normal que salgan cosas parecidas. Se tendrá ahora que decidir si copia equivale a calco o inspiración y determinar los límites del parecido sospechoso. En definitiva: buscar las siete diferencias y discernir sobre la intencionalidad en el parecido.

Me sorprendió la acusación de Custo. Es seria y grave. Lo más habitual cuando suceden estas cosas (cuando las casas de lujo francesas e italianas se tiran de los pelos cada vez que Zara cambia el escaparate) es no hacer demasiado caso. De hecho, sólo se emprenden acciones legales cuando la copia alcanza el grado de piratería y hay alguien que vende un modelo parecido con el nombre original. La moda pronta, véase Zara, H&M o Desigual, que en el siglo XXI se presenta en versión compleja y avanzada, tiene una rotación constante y mientras aquél que sospecha una presunta copia llama al abogado, tramita la denuncia y espera a que se admita a trámite, quién sabe dónde anda ya aquella pieza que parecía idéntica.

martes, 22 de julio de 2008

Fashion weeks made in Spain


La semana pasada, Generalitat de Catalunya primero, gobierno de la Comunidad de Madrid después, presentaron sus proyectos de promoción de la moda catalana, por un lado, y española, por el otro, así como sus intenciones de poner en el mapa mundial del glamour los nombres de Barcelona y Madrid como destinos turísticos de vanguardia, tendencias y demás. Todo esto tiene unos nombres participantes, los de los diseñadores, y unos costes considerables, la mayor parte de los cuales los cubren las arcas públicas, tan generosas siempre en estas cuestiones de los intangibles y el aura mágica que los rodea.

El gobierno catalán insiste en su 080 Barcelona Fashion, que llega a la tercera edición si contamos aquella convocatoria cero cuyo proyecto quedó en agua de borrajas por cuestiones, como no, de politiqueo y el clásico te-ajunto-no-te-ajunto. Pero en fin, olvidemos el pasado y vamos a lo que vamos: convertir Barcelona en el epicentro europeo del talento en diseño de moda. Aquí se habla de diseñadores independientes y emergentes, de aquellos que bastante trabajo tienen en asomar la cabecita en este mundillo de locos que es la moda.

Esta edición, que se celebrará del 3 al 5 de septiembre en el pabellón 8 de Fira de Barcelona, pone a desfilar a 15 diseñadores y presenta en showroom a todos ellos y 15 más. El plato fuerte de esta pasarela de nombres desconocidos para la mayor parte de los mortales es Estrella Archs, también desconocida, no nos engañemos, pero avalada, al menos, por su trabajo como directora creativa en Cacharel. También se traen un trío de extranjeros, uno de los cuales todavía está pendiente del resultado de un premio, que vienen a dar el apunte internacional para disimular un poco la barretina y que no se note tanto que esto lo organiza ERC, que es la que está detrás del departamento de Universidad y Empresa, que es el que maneja este cotarro.

Todo esto cuesta 1,5 millones de euros (que incluyen también la expo de Miriam Ocáriz en el Palacio Dalmasses sobre su proceso creativo y alguna charla que otra), de los cuales las 2/3 partes salen del bolsillo de los contribuyentes catalanes.

Mientras tanto en Madrid quieren poner en órbita de una vez por todas Cibeles, que si no se dan prisa se queda como pasarela regional de tercera, visto como suben las de Sao Paulo, Berlín o Shanghai. Si se quiere estar en primera división hay que apostar con fuerza, no se valen inversiones de media tinta con las que no tenemos ni para echar la primera mano. Aquí no vale ir de farol.

Entonces convocan una rueda de prensa híper institucional, en la que el aire se palpa, se corta y casi puede hincársele el diente, para presentar una cosa seria de verdad: chachán chachán... la nueva Cibeles Madrid Fashion Week. Toma ya. La bandera de la moda española, una vez fuera de juego Barcelona al desaparecer la pasarela Gaudí, la ondea con orgullo Madrid.

Los planes para septiembre, del 15 al 19, pasan por montar dos pasarelas en el pabellón 14 del recinto ferial de Ifema, una que se llama Cibeles y otra Neptuno. De fuente a fuente y tiro porque me toca. En una, según el criterio serio, riguroso y sopesado de los representantes institucionales de la organización, los clásicos básicos (véase Devota&Lomba, Victorio&Lucchino y demás) y, en la otra, lo raro y modernillo (Miriam Ocáriz, Ágatha, Duyos o Arzuaga). La versión oficial sobre la distribución es que cada uno eligió donde desfilar, pero lo cierto es que Cibeles concentra el núcleo duro de la Asociación de Creadores, que son los que reciben las subvenciones públicas, parten, reparten y se quedan con la mejor parte. Pero ya veremos que tal va la fórmula...

La principal novedad es que se suman a la nueva pasarela aquellos desarrapaos de El Ego, la iniciativa que puso en marcha Ifema con dinero de la Comunidad de Madrid para los jóvenes creadores y con la que la capital respondía al auge de Circuit en Barcelona. Ahora los de El Ego abandonan la Sala Alcalá, que les había acogido desde sus inicios, se marchan a la feria y se incorporan al programa de la fashion week, donde estarán el último día, el viernes, simultaneándose entre Cibeles y Neptuno.

Dejando a un lado que siguen los de siempre, algunos de los cuales la prensa pide la cabeza porque ni aportan nada ni venden una falda, y que por el camino perdimos a Anke Schloder, estos cambios han servido para abrir las las puertas a muchos diseñadores para entrar en esta pasarela hasta hace muy poco cerrada a cal y a canto. Claro que también se ha aumentado el presupuesto (hay más bocas que alimentar, cierto es). En total: 3 millones de eurazos, 2/3 partes de los cuales (algo más si no sale un patrocinador de última hora) los pone el gobierno de Esperanza Aguirre.

Las anécdotas de las ruedas de prensa

En la del 080 Barcelona Fashion apareció en solitario Emili Valdero, el secretario de Comercio y Turismo, órgano que depende de manera directa del departemento de Universidad y Empresa, que es el que suelta la mosca. En Cataluña, en cuestiones de moda, es Valdero el que corta el bacalao. Citados todos en el pabellón Mies van der Rohe, para recordarnos lo que en su día fue Barcelona como referente de vanguardia cuando en aquel 1929 organizó la Expo, el escenario parecía el de Dónde estás corazón, pero con treinta periodistas más.

Lo acribillamos a preguntas, pero sin duda, las más buenas fueron las de dos periodistas franceses que trataban de descifrar el porqué de todo el percal. Su desconocimiento de la causa, de las aspiraciones políticas que hay detrás de esta pasarela y de las rencillas Barcelona-Madrid, provocaron las siguientes preguntas: “Si la industria de la moda en España está en Galicia, ¿por qué se realiza esta pasarela en Cataluña?” A la que siguió: “Para que despierte mayor interés entre la prensa internacional, ¿por qué no se invita a un diseñador conocido en el extranjero, como Adolfo Domínguez?” Uf! Vaya dos golpes bajos.

En Madrid, los cargos políticos asentados en Ifema no fueron tan ingenuos. En primer lugar, salieron al ruedo cuatro políticos: dos de Ifema, una de la Comunidad de Madrid y otro del Ayuntamiento (el PP en todo su esplendor), acompañados de Cuca Solana (la directora de Cibeles, desde que Cibeles existe) y Modesto Lomba, el presidente de los Creadores (aquellos que parten y reparten). Ante tanta solemnidad, los periodistas quedamos acojonados, parecía aquello un acto político, como si nos fueran a presentar el plan de conquista del espacio exterior.

Sólo unas cuantas preguntas, a media voz. La guinda: “¿Es cierto que se paga a algunos diseñadores de Cibeles por desfilar?” Modesto: “Bien... ¿No subvencionó también el gobierno francés a Yves Saint Laurent?” (Ejem, entre nosotros Modesto: casi que no es lo mismo...) Y la periodista insiste: “¿Podríamos saber cuánto?” Modesto con voz temblorosa: “Pues no sabría decirle exactamente... Claro que si le interesa, me da su e-mail y se lo envío” ¡Te lo damos todos! ¿Cómo puede ser que no sepa lo que le va a pagar la Comunidad de Madrid para realizar el muestrario? Si lo ingresa dos veces al año... religiosamente...

Y tanta fashion week, ¿para qué sirve?

La de Barcelona se enmarca en la estrategia del conseller Josep Huguet, el que está al frente del departamento de Universidad y Empresa de la Generalitat de Cataluña, que consiste en fomentar el talento como inversión para una industria de futuro asentada sobre el valor añadido. Una estrategia que desarrolla tanto en moda, industria histórica en Cataluña, como en otros ámbitos económicos.

En moda en concreto, la 080 Barcelona Fashion está dentro de un proyecto mucho más amplio que se llama Plan de Dinamización de la Moda Catalana, uno de cuyos objetivos es fomentar la creatividad y el diseño en una industria textil y de la confección que no puede competir con Asia. Para ello, trata de acercar el talento a las empresas que operan en este sector a través de iniciativas como el Bressol (cuna en castellano), una incubadora que da a los diseñadores recién graduados las pautas para desarrollar su propia empresa, o Physic, una sociedad público-privada que pone en contacto diseñadores con proveedores. Además, apoya a las empresas ya consolidadas en su labor de internacionalización, tanto de promoción en ferias y desfiles en el extranjero, como de aterrizaje en otros mercados, con la apertura de tiendas.

La pasarela vendría a ser el acontecimiento más visible de todo este plan. Y de paso, poner el nombre de Barcelona al lado de valores como diseño, vanguardia, creatividad, talento, etc etc. De hecho, la ciudad del design lo es en todo menos en moda.

También éste es uno de los principales objetivos de Madrid, que sigue peleando por no perder el tren de la innovación y la creatividad, de resaca todavía tras la Movida. Cibeles sólo es ambiciosa en este sentido, pero no en el de fomentar la industria de la moda en el país. ¿Alguien puede decirme dónde venden Larrainzar y compañía? Un-dos-tres-responda-otra-vez: En su tienda... tic tac tic tac. ¿En el El Corte Inglés...? Otra pregunta: ¿Ágatha Ruiz de la Prada vende algo más que estuches, toallas y ropita de bebé? Pregunte a su vecino si conoce a Devota&Lomba. Además de Ana Botella, la mujer del ex presidente del gobierno José María Aznar, ¿compra alguien algo de Roberto Torretta?

En definitiva y resumiendo que esto se alarga: ¿A alguien le interesa la moda española? (No se vale decir Zara... ni Adolfo Domínguez).

jueves, 3 de julio de 2008

De Woodstock al Bread & Butter

Ha vuelto. El salón más guarreras cool vuelve a la ciudad. Al entrar en el Bread & Butter uno tiene la sensación de entrar en el FIB o en cualquier otro festival rocanrrolero de verano que se estilan en España. Nada más llegar, me han pedido el DNI (bien, esto me ha transportado a mi adolescencia en la puerta de una discoteca). Más adelante me han colocado una pulserita, que me acompañará a la ducha y a la cama los próximos días.

Una vez dentro, bermudas, camisas por fuera, zapatillas deportivas y sombrerito; vestiditos playeros y chanclas; tejanos rotos y t-shirts deshilachadas y desgastadas; shorts y chalecos. Ah! Y las gafas de sol! Resistir el calor sofocante, húmedo y pegajoso de Barcelona es duro. Llegados al Luna Park, un stand enoooooooorme de Wrangler da la bienvenida con la música a toda castaña. De tejanos no hay ninguno, pero sí han habilitado una barra larguíiiiiisima donde calmar la sed. De todos modos, Moritz tiene un stand donde no niega a ningún náufrago una cervecita bien fresquita.

Este año no hay piscina. Según la organización, por problemas de espacio. Hay menos expositores, pero los que hay piden más metros cuadrados para montar su historia. Lo que sí hay es arena, pero no es lo mismo.... Y a la hora de comer, ¿qué tal un pollo asado? ¿O mejor aún: una paella? Lo mejor, las mesas, que recuerdan a las de las áreas de descanso de las autopistas o las del cámping. Para los que tienen más recursos, y mejor paladar, los del Bread & Butter han traído un súper chef alemán que se dedica al sushi. G-Star nos invitó a una barbacoa.

De hecho, la inauguración de esta edición lo dice todo acerca de este ambiente festivalero que trato de narrar. Eso sí, festivalero pijo, que las bermudas de las que he hablado antes no son precisamente del Pull & Bear. Pues bien, sobre el escenario, The Hives, que sonaron de maravilla y, para darles la bienvenida, explosiones, luces y demás. El público, unos 2.000 invitados, todos ellos del mundillo fashion, estuvo totalmente entregado, como si estuviese viendo a los Rolling Stones. Ni desfiles, ni modelos, ni tortas. Esto es el Bread & Butter, esto es la moda urbana.

Por la noche más, of course, pero más rollo Ibiza. La gente se peina, se zurce el tejano, se coloca la camisa por dentro y se va de fiesta. Las chicas cambian el vestido playero y los shorts por otros, que vienen a ser lo mismo, pero con Swarovski. Todo para ver a Colcci, J.Lo, Custo o Puma.

En definitiva, en el Bread & Butter, se está o no está. Todavía hay muchos que no entienden esta feria y algunos que no creen en ella. Aquí se trata de pasarlo bien y conocer gente, que es lo mismo a lo que se aspira cuando uno se va de summerfestival, eso sí, con la diferencia de que está todo el mundo fashion y puede resultar que, hablando con el uno y hablando con el otro, uno consiga un contacto que más adelante se materialice en una colaboración y después en un nosequé y de una cosa saltamos a otra, se coincide con nosequién que propone algo... y así hasta que se quiera hacer durar.

Se vende imagen, nada más. Pero es el valor que la gente le de a esa imagen lo que les moverá más tarde a comprar y a gastar. No nos engañemos, el rollo puede ser muy tirao, pero el business es el business. Casi 900 marcas de primera línea y más de 90.000 visitantes no pueden estar tan equivocados.