viernes, 9 de mayo de 2008

El vestido del súper héroe

Por fin alguien tenía que percatarse de los vínculos cómic-moda, de los vestidos de los súper héroes y de su influencia en las pasarelas. El Metropolitan de Nueva York se ha atrevido con ello en la exposición Superheroes: Fashion and Fantasy, financiada nada más y nada menos que por Giorgio Armani, el mismo que colgó del armario de la mujer ejecutiva de los 80 su look de superwoman.

Además, el fervor del cómic parece haber revivido en la gran pantalla gracias al éxito de taquilla que han cosechado algunas superproducciones. Sin ir más lejos, la pasión que el pasado fin de semana despertó el estreno mundial de Iron Man, ha motivado ya a los estudios Marvel a anunciar su secuela, además de nuevas películas con otros súper héroes en lista de espera: el Capitán América, Los Vengadores y Thor.

El súper héroe que salva al mundo, un personaje con poderes sobrehumanos capaz de hacer frente a cualquier villano que tenga la salvaje idea de destruir o esclavizar a la humanidad, no es de extrañar que naciese en la Segunda Guerra Mundial y se desarrollase en plena Guerra Fría, épocas en las que el mundo se dividió entre buenos y malos. Hoy, que continuamos en las andadas, el súper héroe vive otra época dorada.

Si algo les caracteriza es, en primer lugar, sus súper poderes, y en segundo lugar, su traje. Sin el traje adecuado, el súper héroe no puede salir de su casa y mucho menos salvar la humanidad de una manera digna. Suerte tuvieron que los conociéramos en nuestra infancia y no nos costase aceptar a un tipo con mallas, en ocasiones con capa y otras con antifaz. Casi era más sorprendente que volase o echase telarañas por las muñecas.

En fin, en la vida real, sus trajes no han pasado de moda carnavalera. Aunque no estaría de más observar las caras de pasmo en el metro, la oficina y el menú si mañana una se pasease por ahí de Catwoman, con sus caderas latinas y las gafas de pasta. ¡Peores cosas se ven!

El caso es que en más de una ocasión ha habido un diseñador que ha decidido inspirar su colección de temporada en algún súper héroe. La de los 80 fue una de las etapas en que más estrecharon los lazos ambos mundos, tanto por la oleada transgresora que invadió la década, como por el fervor al body building: la pasión por el gimnasio, el aeróbic y el footing, las ganas de un cuerpo perfecto, moldeado, musculoso... dieron pie a la ropa ajustada, elástica, maleable. En definitiva, lo que acabamos interpretando en mallas de ciclista y t-shirt con hombreras. Ahí es nada. ¡Vaya súper héroes!

La exposición del Met reúne unos 60 estilismos, con vestidos de pasarela, trajes utilizados en películas y prendas deportivas muy técnicas que narran cómo el estilo de los héroes del cómic se ha ido colando en nuestras vidas. Están el traje que Bernhard Wilheim presentó hace un par de años inspirado en Superman, el bustier con manillar y retrovisores de Thierry Mugler, los leggins metálicos articulados de Balenciaga, un traje de Gaultier que imita una segunda piel, etc. A la hora de seleccionar, no se han quedado cortos, porque encontramos otros grandes hits en la materia, de mano de Galliano, McQueen o Pierre Cardin, entre muchos otros.

Sin duda invita a una reflexión interesante sobre el papel de la cultura del súper héroe y su adaptación a nuestra cotidianidad, su proyección en nuestros anhelos e identidades, ya sea desde un punto de vista funcional, estético o irónico. Es además un nuevo paso en el estudio de los vínculos que establece la moda con el arte, la literatura, el cine y la sociedad. Y es que del mismo modo que la moda toma referentes de personajes de libros o películas míticas, ¿por qué no iba a hacerlo con los del cómic?

1 comentario:

Patri Jorge dijo...

y tras un post tan completo, donde se ha metido la dueña del blog?.