martes, 22 de julio de 2008

Fashion weeks made in Spain


La semana pasada, Generalitat de Catalunya primero, gobierno de la Comunidad de Madrid después, presentaron sus proyectos de promoción de la moda catalana, por un lado, y española, por el otro, así como sus intenciones de poner en el mapa mundial del glamour los nombres de Barcelona y Madrid como destinos turísticos de vanguardia, tendencias y demás. Todo esto tiene unos nombres participantes, los de los diseñadores, y unos costes considerables, la mayor parte de los cuales los cubren las arcas públicas, tan generosas siempre en estas cuestiones de los intangibles y el aura mágica que los rodea.

El gobierno catalán insiste en su 080 Barcelona Fashion, que llega a la tercera edición si contamos aquella convocatoria cero cuyo proyecto quedó en agua de borrajas por cuestiones, como no, de politiqueo y el clásico te-ajunto-no-te-ajunto. Pero en fin, olvidemos el pasado y vamos a lo que vamos: convertir Barcelona en el epicentro europeo del talento en diseño de moda. Aquí se habla de diseñadores independientes y emergentes, de aquellos que bastante trabajo tienen en asomar la cabecita en este mundillo de locos que es la moda.

Esta edición, que se celebrará del 3 al 5 de septiembre en el pabellón 8 de Fira de Barcelona, pone a desfilar a 15 diseñadores y presenta en showroom a todos ellos y 15 más. El plato fuerte de esta pasarela de nombres desconocidos para la mayor parte de los mortales es Estrella Archs, también desconocida, no nos engañemos, pero avalada, al menos, por su trabajo como directora creativa en Cacharel. También se traen un trío de extranjeros, uno de los cuales todavía está pendiente del resultado de un premio, que vienen a dar el apunte internacional para disimular un poco la barretina y que no se note tanto que esto lo organiza ERC, que es la que está detrás del departamento de Universidad y Empresa, que es el que maneja este cotarro.

Todo esto cuesta 1,5 millones de euros (que incluyen también la expo de Miriam Ocáriz en el Palacio Dalmasses sobre su proceso creativo y alguna charla que otra), de los cuales las 2/3 partes salen del bolsillo de los contribuyentes catalanes.

Mientras tanto en Madrid quieren poner en órbita de una vez por todas Cibeles, que si no se dan prisa se queda como pasarela regional de tercera, visto como suben las de Sao Paulo, Berlín o Shanghai. Si se quiere estar en primera división hay que apostar con fuerza, no se valen inversiones de media tinta con las que no tenemos ni para echar la primera mano. Aquí no vale ir de farol.

Entonces convocan una rueda de prensa híper institucional, en la que el aire se palpa, se corta y casi puede hincársele el diente, para presentar una cosa seria de verdad: chachán chachán... la nueva Cibeles Madrid Fashion Week. Toma ya. La bandera de la moda española, una vez fuera de juego Barcelona al desaparecer la pasarela Gaudí, la ondea con orgullo Madrid.

Los planes para septiembre, del 15 al 19, pasan por montar dos pasarelas en el pabellón 14 del recinto ferial de Ifema, una que se llama Cibeles y otra Neptuno. De fuente a fuente y tiro porque me toca. En una, según el criterio serio, riguroso y sopesado de los representantes institucionales de la organización, los clásicos básicos (véase Devota&Lomba, Victorio&Lucchino y demás) y, en la otra, lo raro y modernillo (Miriam Ocáriz, Ágatha, Duyos o Arzuaga). La versión oficial sobre la distribución es que cada uno eligió donde desfilar, pero lo cierto es que Cibeles concentra el núcleo duro de la Asociación de Creadores, que son los que reciben las subvenciones públicas, parten, reparten y se quedan con la mejor parte. Pero ya veremos que tal va la fórmula...

La principal novedad es que se suman a la nueva pasarela aquellos desarrapaos de El Ego, la iniciativa que puso en marcha Ifema con dinero de la Comunidad de Madrid para los jóvenes creadores y con la que la capital respondía al auge de Circuit en Barcelona. Ahora los de El Ego abandonan la Sala Alcalá, que les había acogido desde sus inicios, se marchan a la feria y se incorporan al programa de la fashion week, donde estarán el último día, el viernes, simultaneándose entre Cibeles y Neptuno.

Dejando a un lado que siguen los de siempre, algunos de los cuales la prensa pide la cabeza porque ni aportan nada ni venden una falda, y que por el camino perdimos a Anke Schloder, estos cambios han servido para abrir las las puertas a muchos diseñadores para entrar en esta pasarela hasta hace muy poco cerrada a cal y a canto. Claro que también se ha aumentado el presupuesto (hay más bocas que alimentar, cierto es). En total: 3 millones de eurazos, 2/3 partes de los cuales (algo más si no sale un patrocinador de última hora) los pone el gobierno de Esperanza Aguirre.

Las anécdotas de las ruedas de prensa

En la del 080 Barcelona Fashion apareció en solitario Emili Valdero, el secretario de Comercio y Turismo, órgano que depende de manera directa del departemento de Universidad y Empresa, que es el que suelta la mosca. En Cataluña, en cuestiones de moda, es Valdero el que corta el bacalao. Citados todos en el pabellón Mies van der Rohe, para recordarnos lo que en su día fue Barcelona como referente de vanguardia cuando en aquel 1929 organizó la Expo, el escenario parecía el de Dónde estás corazón, pero con treinta periodistas más.

Lo acribillamos a preguntas, pero sin duda, las más buenas fueron las de dos periodistas franceses que trataban de descifrar el porqué de todo el percal. Su desconocimiento de la causa, de las aspiraciones políticas que hay detrás de esta pasarela y de las rencillas Barcelona-Madrid, provocaron las siguientes preguntas: “Si la industria de la moda en España está en Galicia, ¿por qué se realiza esta pasarela en Cataluña?” A la que siguió: “Para que despierte mayor interés entre la prensa internacional, ¿por qué no se invita a un diseñador conocido en el extranjero, como Adolfo Domínguez?” Uf! Vaya dos golpes bajos.

En Madrid, los cargos políticos asentados en Ifema no fueron tan ingenuos. En primer lugar, salieron al ruedo cuatro políticos: dos de Ifema, una de la Comunidad de Madrid y otro del Ayuntamiento (el PP en todo su esplendor), acompañados de Cuca Solana (la directora de Cibeles, desde que Cibeles existe) y Modesto Lomba, el presidente de los Creadores (aquellos que parten y reparten). Ante tanta solemnidad, los periodistas quedamos acojonados, parecía aquello un acto político, como si nos fueran a presentar el plan de conquista del espacio exterior.

Sólo unas cuantas preguntas, a media voz. La guinda: “¿Es cierto que se paga a algunos diseñadores de Cibeles por desfilar?” Modesto: “Bien... ¿No subvencionó también el gobierno francés a Yves Saint Laurent?” (Ejem, entre nosotros Modesto: casi que no es lo mismo...) Y la periodista insiste: “¿Podríamos saber cuánto?” Modesto con voz temblorosa: “Pues no sabría decirle exactamente... Claro que si le interesa, me da su e-mail y se lo envío” ¡Te lo damos todos! ¿Cómo puede ser que no sepa lo que le va a pagar la Comunidad de Madrid para realizar el muestrario? Si lo ingresa dos veces al año... religiosamente...

Y tanta fashion week, ¿para qué sirve?

La de Barcelona se enmarca en la estrategia del conseller Josep Huguet, el que está al frente del departamento de Universidad y Empresa de la Generalitat de Cataluña, que consiste en fomentar el talento como inversión para una industria de futuro asentada sobre el valor añadido. Una estrategia que desarrolla tanto en moda, industria histórica en Cataluña, como en otros ámbitos económicos.

En moda en concreto, la 080 Barcelona Fashion está dentro de un proyecto mucho más amplio que se llama Plan de Dinamización de la Moda Catalana, uno de cuyos objetivos es fomentar la creatividad y el diseño en una industria textil y de la confección que no puede competir con Asia. Para ello, trata de acercar el talento a las empresas que operan en este sector a través de iniciativas como el Bressol (cuna en castellano), una incubadora que da a los diseñadores recién graduados las pautas para desarrollar su propia empresa, o Physic, una sociedad público-privada que pone en contacto diseñadores con proveedores. Además, apoya a las empresas ya consolidadas en su labor de internacionalización, tanto de promoción en ferias y desfiles en el extranjero, como de aterrizaje en otros mercados, con la apertura de tiendas.

La pasarela vendría a ser el acontecimiento más visible de todo este plan. Y de paso, poner el nombre de Barcelona al lado de valores como diseño, vanguardia, creatividad, talento, etc etc. De hecho, la ciudad del design lo es en todo menos en moda.

También éste es uno de los principales objetivos de Madrid, que sigue peleando por no perder el tren de la innovación y la creatividad, de resaca todavía tras la Movida. Cibeles sólo es ambiciosa en este sentido, pero no en el de fomentar la industria de la moda en el país. ¿Alguien puede decirme dónde venden Larrainzar y compañía? Un-dos-tres-responda-otra-vez: En su tienda... tic tac tic tac. ¿En el El Corte Inglés...? Otra pregunta: ¿Ágatha Ruiz de la Prada vende algo más que estuches, toallas y ropita de bebé? Pregunte a su vecino si conoce a Devota&Lomba. Además de Ana Botella, la mujer del ex presidente del gobierno José María Aznar, ¿compra alguien algo de Roberto Torretta?

En definitiva y resumiendo que esto se alarga: ¿A alguien le interesa la moda española? (No se vale decir Zara... ni Adolfo Domínguez).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola,

con tu permiso, varios apuntes:

.080

- Creo que Estrella Archs nunca llegó a ser creativa de Cacharel. Después del duo Clements-Ribeiro se lanzó su nombre, pero finalmente se ficho a otro duo: Eley-Kishimoto.

-La idea de la Generalitat me gusta.
Talento, internacionalización, control de subvenciones , etc...

Y me gusta también el concepto del Showroom Barcelona en París (no iban a ir también a Nyc?).

Y me gusto cuando en una entrevista el defenestrado Mustarós comento que las pasarelas no tenían sentido ni futuro (excepto, claro esta, las 3 o 4 grandes).
Ahí es cuando el 080 me desconcertó sacando a lo grande una pasarela(la no. 0).
Entonces en que quedamos?
Y ahora, mas pequeñita, la pasarela 080 tiene sentido?

En fin, creo que emperrarse en desfiles es un error de dinero y sobre todo de tiempo.

.Cibeles

-puro onanismo de capital. Fiel reflejo del estado actual de Madrid.
A ver si con Borja-Villel...


.diseñadores españoles

- Rabaneda, Manolo Blahnik y Custo.

Los que se marcharon fuera e intentaron triunfar en el extranjero.
Sigo creyendo que ese es el camino que deben (imperativo) seguir los diseñadores, emergentes o no.
Con ayuda de los estamentos públicos o no.
Y cuando consigamos crear "los 6 de Barcelona" todo rodará solo.

Sin embargo, tampoco esto ayudará a la industria textil.
Aunque no debería ser ese el objetivo.


xxx
downbylaw

Coco Rosa dijo...

Uau, me encanta!

Gracias por la aclaración respecto a la discreta Esther Angulo, que justo cuando iba a dar el salto a la primera línea, y a pesar de haberla anunciado a bombo y platillo, la casa Cacharel cambia de opinión.

Y respecto a las pasarelas, pues estoy de acuerdo en que tienen poco sentido, tan poco como los festivales de cine, que salen como setas en un otoño lluvioso. Las diferentes administraciones (ya sean autonómicas o locales) se pirran por ellas porque les proporcionarán la noticia buena de la legislatura.

Las internacionales, París-Milán-Londres-Nueva York, mantienen el status quo del sistema. Creo que Internet será la salvación.

Apoyar la internacionalización está bien, pero creo que es importante que los nombres salgan de Barcelona, Madrid o España para dar credibilidad no sólo a un diseñador que despunta, sino a todo un país. Un caso de libro es Japón, el país con más fashionvictims por metro cuadrado, de donde han surgido Miyake, Yamamoto y Kawakubo. Pero nadie habla de la moda japonesa con el mismo tono que se habla de la francesa, la italiana, la americana o la británica.

Vicenç Mustarós, cuando tomó las riendas del proyecto Showroom BCN en París + 080 en Barcelona, tenía en mente Amberes y su escuela, que a pesar del paso del tiempo, continúa siendo referente de vanguardia.

Si Barcelona se ha hecho un hueco en moda, no es por mérito de sus diseñadores locales (que tiene de muy buenos), sino gracias al Bread & Butter, que la convertido en parada obligada para todo coolhunter que se precie.

La inversión pública (y aquí me sale la vena de clase) creo que tiene que revertir sobre la sociedad y su economía y no sólo en la de las cuentas de unos cuantos.

Me ha alegrado mucho encontrarte!!

downbylaw dijo...

hola,

Un placer saludarte de nuevo.

Y unos pequeños apuntes mas:

1.Internet
Internet nos vino sin manual de instrucciones.
Es/será una gran herramienta.
Pero de que manera?

2.Amberes
Concepto único e irrepetible.
No olvidemos que los fantásticos "6" surgieron en una época pre-internet (pre-globalizacion).
(Muy) difícil repetir ahora ese mismo camino.
Ahora bien, Barcelona es mucha Barcelona (excepto en moda, claro).

3.Esto es tuyo textualmente:

"Apoyar la internacionalización está bien, pero creo que es importante que los nombres salgan de Barcelona, Madrid o España para dar credibilidad no sólo a un diseñador que despunta, sino a todo un país"

Nada mas que añadir.
Amen.

4.Japón.
De acuerdo contigo.
Pero no hay que olvidar que Japón es un mercado enorme y casi auto suficiente.
Es muy difícil entrar, pero una vez dentro no necesitas mas.
Y esta una gran diferencia respecto a este nuestro país.
El mercado japones apoya (es decir, compra) al diseñador japones.
Y nosotros? Ay,ay,ay.

Espero que el punto 3. también cambie esta mentalidad.


En fin, lo dicho, una vez mas un placer.

Te sigo leyendo

xxx
downbylaw

Anónimo dijo...

me encantaria ser modelo.